Hace varios años en El Salvador, el concepto de Centro Comercial giraba en torno a un lugar exclusivamente de compras, en donde no existía ningún otro atractivo que no fueran los negocios de ropa, calzado, electrodomésticos, entre otros. Pero la evolución de este tipo de lugares ha sido apresurada, sobre todo en las grandes ciudades del País.
En los últimos años, los centros de compras se han convertido en miniurbes , donde los desarrolladores han incluido diversos sitios de entretenimiento como teatro, cines, cafés, restaurantes, bares, discotecas y espacios para niños, logrando captar la atención del consumidor de tal manera que se quede el máximo tiempo posible dentro de ellas, incluso, por las noches.
En el país, las miniciudades se han convertido en el punto en el que se concentra la vida nocturna, desplazando incluso a otros sectores de prestigio que ya existían. En El Salvador, existe una gran diversidad de centros comerciales. Solo en el corazón de la capital y en algunas periferias se han instalado al menos 15, los cuales generan un flujo mensual de visitantes que sobrepasa los siete millones y medio de personas. La mayoría han sido construidos por Grupo Roble.
Una de las opciones para pasarla bien es el centro comercial Metrocentro, que se considera el “abuelo” de todos los centros comerciales de el salvador. Recientemente ha sido remodelado y es el más grande de toda Centroamérica.
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